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									3 de 
									enero de 2015 
									
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									«Para los italianos es esencial contar con 
									una compañía nacional de calidad, que 
									funcione y de la cual sentirse orgullosos» 
									—dijo James Hogan, el australiano número uno 
									de Etihad, en una reciente entrevista 
									concedida al periódico La Repubblica— «[...] 
									estoy seguro de que Alitalia logrará ser 
									competitiva, comenzando por la calidad del 
									servicio. Todo lo que ahora se está poniendo 
									en práctica en los vuelos de Alitalia a 
									partir del 1 de enero será elevado 
									gradualmente a los estándares de calidad de 
									Etihad, los más altos del mundo». 
									
									Y, de hecho, a la medianoche del 1 de enero, 
									“despegó” Alitalia SAI (Sociedad Aérea 
									Italiana), la nueva compañía que desde 
									antier opera con la marca Alitalia y en la 
									que Ethiad participa con un 49% del capital 
									y Alitalia CAI (Compañía Aérea Italiana, la 
									“vieja” Alitalia) con el 51%. 
									
									Con el inicio del nuevo año, Alitalia CAI 
									transfirió a la nueva empresa todos sus 
									bienes muebles e inmuebles, los empleados, 
									la marcas y las relaciones comerciales. Al 
									mando de Alitalia SAI está Silvano Cassano 
									como CEO y, entre otros, Giancarlo Schisano 
									como Director de Operaciones y Duncan 
									Naysmith (de Etihad) como Director 
									Financiero. Luca Cordero di Montezemolo es 
									el presidente. 
									
									Los objetivos del plan de negocios apuntan 
									principalmente a volver a generar utilidades 
									en 2017 (se prevén 108 millones de euros con 
									una facturación de €3.7 mil millones), 
									después de que a partir de 2008 se han 
									acumulado pérdidas por más de 1.6 mil 
									millones. Para 2023 se espera una utilidad 
									de 212 millones de euros y una facturación 
									de casi 4.5 mil millones. El plan pone el 
									énfasis en las rutas de larga distancia. En 
									efecto, aún reconociendo la importancia de 
									los de corto alcance, la nueva red se 
									centrará en el crecimiento de los más 
									rentables vuelos intercontinentales, tanto 
									desde Fiumicino, como desde el aeropuerto de 
									Malpensa (Milán). 
									
									Entre las nuevas conexiones, destacan la 
									Ciudad de México, Beijing, Shanghai, Seúl, 
									San Francisco y Santiago de Chile. Para el 
									aeropuerto de Roma Fiumicino se prevé la 
									inauguración de cinco nuevas rutas en los 
									próximos cuatro años, mientras que los 
									vuelos de largo alcance desde Milán Malpensa 
									serán más que duplicados, alcanzando los 25 
									semanales antes de finales de 2018. 
									  
									
									(massimo barzizza / puntodincontro.mx) 
									  
									
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