|     
									
									12 
									
									de 
									
									septiembre 
									de 2013 - 
									Italia ganó 
									una importante batalla en defensa de su 
									lengua en el ámbito europeo. El Tribunal de 
									la Unión Europea de Luxemburgo, resolvió 
									cancelar —a solicitud de Italia— algunos 
									anuncios de concurso para puestos de trabajo 
									en las instituciones de la UE, ya que fueron 
									escritos —en su versión completa— sólo en 
									Inglés, francés y alemán. Un «trato 
									diferenciado» prohibido por la Declaración 
									de los Derechos Fundamentales. 
									
									LA SENTENCIA - Los resultados de los 
									concursos anulados, dice el Tribunal, siguen 
									siendo válidos en el marco del principio de 
									las «expectativas legítimas» de los 
									candidatos seleccionados. Sin embargo, la 
									sentencia —explican fuentes de la Corte— 
									contiene indicaciones muy claras y concretas 
									dirigidas a la Comisión de la UE sobre la 
									necesidad de publicar los avisos 
									integralmente en todas las lenguas oficiales 
									de la UE. Y esto se debe a que su 
									publicación parcial —como ocurrió en los 
									casos denunciados por Italia— no es 
									suficiente ni para tener un buen 
									conocimiento del objeto del concurso ni para 
									prepararse adecuadamente. Por lo tanto, 
									concluye la Corte, los que hubiesen deseado 
									participar se encontraban en “desventaja” 
									con respecto a un candidato cuya lengua 
									materna es el Inglés, el francés o el 
									alemán. Se ha llegado a crear así una 
									diferencia de trato por razón de lengua, 
									explica la Corte, lo cual está prohibido por 
									la Carta de los Derechos Fundamentales y en 
									el Estatuto de los funcionarios de la UE. 
									
									En la misma sentencia, el Tribunal de la UE 
									también canceló un concurso que estipulaba 
									que las pruebas y la comunicación con los 
									candidatos tenían que llevarse a cabo 
									exclusivamente en Inglés, francés y alemán. 
									Una opción posible, pero que en este caso 
									los jueces europeos consideraron «no 
									justificada». 
									  
									
									(corriere.it / puntodincontro.mx 
									/ adaptación y traducción 
									al español de
									
									massimo barzizza)  
									  
									
							 |