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									24 de diciembre
									de 2013 - 
									Diversas 
									culturas celebran la Navidad y la asocian 
									con Santa Claus, Papá Noel o San Nicolás, 
									pero ¿se trata del mismo personaje o es 
									diferente cada uno? 
									
									Del primero que se habla en la historia es 
									de Nicolás de Bari, este personaje nació en 
									el año 280 en el territorio donde hoy se 
									encuentra Turquía. 
									
									Se dice que era hijo de una familia de 
									ricos, pero cuando llegó la peste a su 
									localidad arraso con cientos de personas 
									entre ellos sus padres, el joven Nicolás 
									agobiado por el dolor de perder a sus seres 
									queridos, repartió todos sus bienes entre 
									los más necesitados y se fue con su tío que 
									era Obispo, se ordenó como sacerdote y 
									cuando el tío falleció este ocupó su puesto. 
									
									Sobre este hombre entregado a la iglesia se 
									cuentan cientos de historias, destacan sus 
									milagros y la bondad que sentía por la gente 
									pobre. Fue famoso en Grecia, Turquía, Rusia 
									y la actual Francia. 
									
									Su relación con los niños y sus obsequios a 
									ellos, nace cuando se percata de que un 
									hombre pobre tiene tres hijas y sabe que no 
									podrá casarlas porque no tienen la dote que 
									se requería, su destino era ser prostitutas 
									o solteronas. 
									
									Por eso, Nicolás entró en secreto a su casa 
									y les puso monedas de oro en sus calcetas, 
									que colgaban en la chimenea para que se 
									secaran; cuando estaba por terminar su noble 
									labor, el padre de las chicas lo descubrió y 
									divulgó la historia por todos lados donde 
									fue. 
									A 
									partir de ahí su fama creció como repartidor 
									de obsequios a los niños, y como esta 
									leyenda hay decenas alrededor de quien con 
									el tiempo se convirtió en San Nicolás de 
									Bari (localidad ubicada en Italia). 
									
									La historia de Papá Noel 
									
									La figura de San Nicolás perdía fuerza en 
									toda Europa excepto en Holanda. 
									
									Un grupo de emigrantes holandeses 
									localizados en Norteamérica fundaron Nueva 
									Holanda, que más tarde se denominaría Nueva 
									York al pasar a manos inglesas. 
									
									Esos emigrantes holandeses se trajeron con 
									ellos a su San Nicolás. 
									
									Para destacar la historia del casi olvidado 
									personaje, un hombre llamado Washington 
									Irving escribió la historia de San Nicolás 
									en Nueva York en 1809, describió la supuesta 
									llegada del santo, sin ropas de obispo, con 
									un caballo blanco que volaba, el relato fue 
									muy popular y todos festejaron la 
									celebración holandesa. 
									
									El nombre derivó de San Nicolás, a 
									Sinterklaas o Sinter Klaas hasta acabar 
									siendo pronunciado como Santa Claus por los 
									angloparlantes. 
									
									Una última transformación de San Nicolás en 
									Santa Claus ocurrió el día 23 de diciembre 
									de 1823, cuando apareció un poema en un 
									diario de Nueva York, titulado Un relato 
									sobre la visita de San Nicolás. 
									
									Fue escrito por Clement C. Moore poeta, 
									pastor protestante y profesor de estudios 
									bíblicos en Nueva York, ensalzaba el 
									componente mágico del San Nicolás de Irving 
									y lo hizo más creíble. 
									
									Cambió el trineo tirado por un caballo 
									volador por uno tirado por renos. Lo 
									describió como un tipo alegre, rechoncho y 
									de pequeña estatura, parecido a un gnomo. 
									
									Moore situó la llegada de Santa Claus, en la 
									víspera de Navidad. La imagen del gordo 
									Santa Claus la detalló al máximo el 
									dibujante Thomas Nast (caricaturista 
									político), que por Navidad publicó 
									ilustraciones de Santa Claus en la revista 
									Harper´s Weekly de 1860. 
									
									Nast añadió detalles como ubicar el taller 
									de Santa en el polo norte, y su vigilancia 
									sobre los niños buenos y malos de todo el 
									mundo. 
									
									El éxito fue arrollador y una nueva imagen 
									de Santa Claus, vestido de rojo, con gorro y 
									botas altas saltó a todas las revistas 
									infantiles y periódicos de su tiempo. 
									  
									
									(excelsior.com.mx / puntodincontro.mx / adaptación 
									y traducción al italiano 
									de massimo 
									barzizza)  
									  
									
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