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									31 de mayo de 2013 - 
									
									
									«Con este negocio vamos a crear más 
									millonarios de los que ha creado Microsoft». 
									La referencia a la compañía fundada por Bill 
									Gates no es al azar, porque quien la 
									menciona es John Shively, un ex director de 
									del gigante de Seattle (estuvo a cargo de 
									las estrategias industriales entre 2003 y 
									2009), y el negocio del que habla es el 
									comercio de marihuana. Shively explicó su 
									proyecto a una audiencia de periodistas y 
									potenciales inversionistas en la misma 
									ciudad en la que tiene su sede principal su 
									ex-empleador. El objetivo declarado para 
									poner en marcha la iniciativa es recaudar 10 
									millones de dólares. 
									
									
									El dinero será utilizado para comprar 
									terrenos en los estados de la unión 
									americana donde se permite cultivar y 
									comercializar la hierba, tanto con fines 
									terapéuticos como recreativos. 
									Recientemente, muchos estados federales en 
									los EE.UU. se han pronunciado a favor de uno 
									de estos dos usos (en 18 estados fue 
									aprobada su utilización con fines 
									terapéuticos y en Colorado y Washington 
									también para entretenimiento) y se ha vuelto 
									más fácil cultivar y vender cannabis. El 
									proyecto prevé cultivos en Colorado y el 
									establecimiento de una red de distribución. 
									Aunque es fácil predecir que, si la empresa 
									llega a ser una realidad, muchos de los 
									gastos serán absorbidos por el departamento 
									legal. 
									
									
									Shively, de cualquier forma, piensa en 
									grande, y la fase de puesta en marcha de su 
									iniciativa debería durar poco para llevar a 
									la brevedad posible la empresa al ámbito 
									internacional: «Si todo va bien, seremos —en el campo de la hierba— lo 
									que Starbucks es para el café. Hay un 
									mercado enorme que está esperando una marca. 
									Si la suerte nos acompaña podremos ganar el 
									40 por ciento del mercado». 
									
									
									Para apoyar a 
									Shively estaba sentado a su lado —durante la 
									presentación— Vicente Fox, ex presidente de 
									México, quien será portavoz de una propuesta 
									de regulación del comercio de la marihuana 
									en México. «Prefiero hablar de estas cosas 
									con Shively que con el Chapo Guzmán (el jefe 
									del cártel de Sinaloa)», dijo Fox. Otro 
									mercado interesante es el de los países 
									europeos en los que el uso del THC es 
									permitido por la ley. 
									
									
									El potencial económico de una multinacional 
									dedicada a la comercialización de cannabis 
									es innegable. De acuerdo con un informe de 
									las Naciones Unidas del año 2005, el mercado 
									mundial valía en aquél entonces 142 mil 
									millones dólares. Existen, sin embargo, 
									claros obstáculos a los que tendrá que 
									enfrentarse el “Starbucks de la hierba”, 
									como —por 
									ejemplo— los 32 estados en los que esta 
									sustancia sigue siendo ilegal. La iniciativa, 
									además, 
									presenta conflictos con otras leyes 
									federales e incluso en las entidades más 
									tolerantes —Washington y Colorado— existen 
									dificultades que habrá que superar antes de 
									iniciar el negocio. Shively es consciente de 
									esto y hace un llamado a las autoridades 
									para que discutan el asunto con él, dado que su 
									intención es permanecer en perfecta 
									legalidad. 
									
									
									La invitación parece superflua, dado que las 
									autoridades querrán ocuparse de 
									la iniciativa, aunque aún no se han 
									pronunciado al respecto. Por ahora, sin 
									embargo, Shively saca provecho del valioso 
									apoyo de un miembro del Gobierno del Estado 
									de Washington, el demócrata Reuven Carlyle, 
									quien ha prometido apoyar al proyecto, ya 
									que comparte el espíritu empresarial típico 
									de los habitantes de Seattle. 
									  
									
									(gabriele de palma / corriere.it / puntodincontro.mx / adaptación y traducción 
									al español de 
									massimo barzizza)  
									  
									
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