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									11
									de octubre de 2013 - 
									
									
									Una “revolución” cuyo significado supera el 
									ámbito estrictamente local. En el Estado 
									mexicano de Chiapas se podrán 
									celebrar misas e impartir sacramentos (los 
									textos fundamentales para el bautismo, la 
									confirmación, la misa, la confesión, la 
									unción de los enfermos y la ordenación) en 
									dos de las lenguas indígenas más habladas en 
									la región: el tzotzil y el tzeltal. Los 
									sacerdotes podrán también confesar a los 
									fieles usando estas lenguas, por lo que han 
									sido invitados a aprenderlas, en el caso de 
									que no las sepan, para poder estar 
									verdaderamente entre su gente. 
									
									
									Los tzotziles y tzeltales son dos de los 
									grupos indígenas más numerosos de ese 
									mosaico de poblaciones autóctonas que 
									constituyen la realidad local. Habitan sobre 
									todo en la región de Los Altos y en los 
									altiplanos centrales de Chiapas. 
									
									
									La decisión papal de permitir el uso de 
									estas dos lenguas en los momentos 
									principales de la liturgia no ha suscitado 
									clamores, y Luis Felipe Arizmendi Esquivel, 
									obispo de San Cristóbal de las Casas 
									(antigua capital chiapaneca), informó de 
									ello al clero, a los religiosos y a los 
									fieles. Esta novedad, indicó, es «una señal 
									de que el Papa quiere que estemos más cerca 
									de nuestros pueblos». 
									
									
									Arizmendi Esquivel explicó que «durante 
									largos meses, equipos de traductores de 
									ambos idiomas trabajaron intensamente por 
									poner en esas lenguas los textos litúrgicos 
									y en tres ocasiones vinieron representantes 
									de la Conferencia del Episcopado Mexicano 
									(CEM), especialistas en la materia, para 
									revisar los textos; después, fueron 
									presentados al pleno de las asambleas 
									episcopales y luego revisados en Roma por 
									las Congregaciones para el Culto Divino y 
									Doctrina de la Fe». Pero «la última palabra 
									la tenía el Papa para dar la aprobación 
									definitiva, y esta semana nos la ha 
									concedido». 
									
									
									El obispo también indicó que se está 
									preparando la traducción de la Biblia y de 
									los textos litúrgicos al náhuatl, lengua que 
									habla más de un millón y medio de personas 
									en territorio mexicano y que fue usada 
									incluso por la Virgen de Guadalupe, cuando 
									se dirigió a Juan Diego en la célebre 
									aparición en el Monte del Tepeyac el 9 de 
									diciembre de 1531. 
									  
									
									(alver 
									metalli / vatican insider 
									/ lastampa.it /puntodincontro.mx / 
									adaptación de
									
									massimo barzizza)  
									  
									
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