10 de octubre de 2014 -
El pasado martes, la Embajada de
Italia, la Cámara de Comercio Italiana y Price Waterhouse Coopers México
organizaron un desayuno de trabajo con el
objetivo de explicar las oportunidades de
negocios para las empresas mexicanas en
el país de la bota, evidenciando las ventajas de la
internacionalización.
En su saludo de apertura, el Embajador
Alessandro Busacca resaltó que Italia es la
9ª economía mundial en términos de PIB y
tiene una larga historia y experiencia en el
sector empresarial, con un fuerte nivel de
competitividad en la manufactura y en la
tecnología. El diplomático italiano subrayo
también que «... según datos recientes, a
principios de 2014, Italia se posicionó como
el 4° país en el mundo —después de Alemania,
China y la República de Corea— por saldo de
la balanza comercial, excluyendo la energía».
El Embajador de
Italia Alessandro Busacca durante su
discurso de apertura.
Participaron también como expositores Alberico Peyrón,
Presidente de la Cámara de Comercio Italiana
en México, Carlos Méndez Rodríguez, Socio
director de PWC, Piero de Lorenzi, Lead
Partner Clients & Markets PwC Italia y
Salvatore Parano, Director General del ICE-Italian
Trade Agency
en México.
El encuentro contó, además, con la presencia
de destacados empresarios mexicanos que
expusieron sus experiencias comerciales y de
inversión en el país de la bota.
La economía italiana, su estructura
productiva y las ventajas del momento.
El director
del ICE, Salvatore Parano, recalcó algunos
aspectos importantes de la realidad
económica italiana, su vocación para la
exportación, su alta capacidad tecnológica y
su excelencia en el campo de la
investigación y desarrollo. Asimismo,
ofreció algunos ejemplos de la participación
del país de la bota en el mercado del lujo a
nivel mundial.
Salvatore Parano,
Director General del Instituto de Comercio
Exterior de Italia
en la Ciudad de México.
«Hablando de promoción de Italia» —comentó
el Director del ICE— «normalmente la prensa
internacional no da una buena imagen de
nuestro país. En mi opinión, sin embargo,
este flujo constante de información negativa
crea oportunidades interesantísimas de
inversión en nuestro país dado que hoy los
activos italianos —precisamente debido a la
crisis y a la imagen difundida
recientemente— tienen descuentos
interesantes en sus precios».
«¿Qué puedo sugerir entonces a los
periodistas y editorialistas de The
Economist? Primero que analicen y comprendan
mejor la realidad italiana, empezando
precisamente por leer su propia revista, que
cada semana presenta algunos datos
estadísticos de los cuales se desprende que
el área del Euro tiene el superávit en
cuenta corriente más importante del mundo y,
en Italia, las ventas en el exterior son
impulsadas por 150 mil empresas
exportadoras, más que en cualquier otro país
de la UE. Estas empresas llevan a cabo
actividades constantes de investigación y
desarrollo, un aspecto no siempre percibido
por la prensa especializada. El país se
esta, además, adaptando a la nueva
configuración del comercio internacional y,
aunque naturalmente las contrapartes más
importantes de nuestras exportaciones sigan
siendo europeas, están creciendo Rusia,
Turquía, China y otros».
«Alguien podría, sin embargo» —añadió Parano—
«decir que Italia tiene un fuerte problema
de deuda. Es cierto: en los años 70's y 80's
los políticos italianos no tomaron buenas
decisiones, pero, en los últimos 6-7 años,
el mundo de la deuda pública ha cambiado
radicalmente: en 2007 Italia competía con
Japón por el liderazgo mundial en este
rubro, mientras que hoy existen naciones que
están aumentando su deuda pública individual
de forma impresionante y ya han superado a
nuestro país».
Italia en el mercado mundial del lujo.
«Para contestar entonces a los periodistas
de The Economist, quisiera evidenciar el
caso de una empresa en particular: Jimmy
Choo, una casa de moda malaya, establecida
en Londres, conocida principalmente por sus
zapatos de mujer hechos a mano. Jimmy Choo
va a empezar a cotizar en la bolsa de
Londres en los próximos días con una
colocación inicial del 25% de su capital
correspondiente a un monto aproximado de
1,000 millones de dólares. Esta
capitalización tiene como propósito el
impulso a las ventas en Latinoamérica y en
Asia y, aunque la empresa se haya
establecido en Inglaterra, como su propio
sito internet aclara, todos sus productos
“... are made in Italy at the top factories
who have been long term partners of Jimmy
Choo”».
«Efectivamente» —continuó el funcionario
italiano— «tratándose de una firma de lujo,
esta empresa del Reino Unido no se puede
permitir el lujo de no producir en Italia.
Esta relación estrecha entre las marcas de
lujo y la proveeduría italiana no es tan
evidente, porque a las compañías asiáticas,
europeas, norteamericanas... etc., no les
gusta divulgar quienes son sus proveedores,
pero créanme, la mayoría de los zapatos que
se hacen de un cierto nivel en el mundo se
manufacturan en Italia».
«El mercado del lujo, al que muchas empresas
italianas se enfocan, es un mercado bastante
interesante: 380 millones de consumidores
para unas ventas anuales que —en su concepto
más amplio— alcanza el billón de dólares (un
millón de millones)», concluyó Parano.
(massimo barzizza / puntodincontro.mx)
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