10 de octubre de 2018
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Los
días 24 y 25 de septiembre en Cuernavaca,
Morelos, se llevó a cabo el Simposio bilateral
México-Italia sobre plantas medicinales, con el
apoyo, también económico, del Instituto Italiano
de Cultura y de diferentes entidades de la
administración pública e institutos científicos
locales, incluyendo la Secretaría de Innovación,
Ciencia y Tecnología, el Consejo Estatal de
Ciencia y Tecnología, la Universidad Autónoma
del Estado de Morelos (UAEM) —a través del
centro de investigación en biotecnología—, el
Foro Consultivo de Ciencia y Tecnología y la
Comisión Nacional para el Desarrollo de los
Pueblos Indígenas.
El
encuentro fue organizado por la Oficina de
Cooperación Científica y Tecnológica de la
Embajada de Italia en México —encabezada por
Emilia Giorgetti— para profundizar acerca del
tema de las plantas medicinales —productos
mexicanos con gran potencial para el intercambio
de conocimientos y experiencias con Italia—
desde el punto de vista de la medicina
alopática, la investigación y la
comercialización, así como del desarrollo de las
comunidades rurales e indígenas, depositarias de
conocimientos ancestrales relacionados con la
medicina.
La
elección del tema de la reunión está alineada
con documentos recientes de la Organización
Mundial de la Salud, que dan la mayor
importancia a las medicinas tradicionales como
una herramienta para garantizar el acceso a la
salud a porciones cada vez más extensas de la
población mundial, así como con las excelencias
que Italia puede aportar en este sector, a nivel
académico y empresarial.
Del
lado italiano participaron Alessandro Lupo,
antropólogo de la Universidad La Sapienza
de Roma, desde hace 40 años activo en México
como parte de una misión etnográfica financiada
por el Ministerio de Relaciones Exteriores de
Italia; Domenico Delfino, de la Universidad de
Perugia, experto en el estudio farmacológico de
productos derivados de plantas medicinales;
Giorgio Zanchin, de la Universidad de Padua,
neurólogo y presidente de la Sociedad de
Historia de la Medicina; el Sr. Adis Sartor, del
grupo Tecnolab-Timatic, empresa especializada en
la extracción de ingredientes activos y el
procesamiento de hierbas medicinales, y el Dr.
Jacopo Lucci, del grupo Aboca, empresa líder en
innovación terapéutica basada en complejos
moleculares naturales.
Del
lado mexicano, fue posible contar con la
presencia de un gran grupo de investigadores y
estudiantes de la UAEM, especialistas del sector
provenientes de la UNAM de la Ciudad de México,
entre ellos el Dr. Navarrete, el Dr. Bye y el
Dra. Linares, y representantes del Colegio de
Posgraduados de Texcoco, el CICY de Mérida, el
CIATEJ de Guadalajara, el Tecnológico de
Monterrey y la Universidad del Estado de Nuevo
León.
En su
conferencia inaugural, Plantas, de quién y
para qué: reflexiones antropológicas sobre la
etnofarmacopea indígena, Lupo destacó que
las Américas ofrecen un conocimiento muy
desarrollado de las propiedades medicinales de
las sustancias naturales y resumió las
iniciativas que se han emprendido en México
durante el siglo XX para documentarlo.
Luego
abordó el tema de la propiedad intelectual de la
sabiduría indígena en el campo de la salud,
subrayando la complejidad del problema de su
reconocimiento en bienes de disponibilidad
colectiva y en nociones ampliamente compartidas.
Finalmente, destacó los aspectos que pueden
complicar la investigación en el campo de las
plantas medicinales, recordando que ésta, aunque
se basa en conocimientos con sólidos fundamentos
empíricos, se combina con elementos
simbólicos-rituales, difíciles de aislar de
aquellos “científicamente comprobados”.
El
simposio se desarrolló en cuatro sesiones:
investigación sobre plantas medicinales en
México, plantas medicinales en Italia,
colaboración entre la comunidad, la universidad
y las instituciones y la convergencia de
conocimientos en contextos territoriales.
La
participación del público —140 personas,
correspondientes a la capacidad máxima del
auditorio— fue constante durante los dos días.
«Una presencia activa y estimulante», dijo a
Puntodincontro la Agregada Científica de la
Embajada de Italia, Emilia Giorgetti.
Para
las empresas italianas, el evento fue un
importante escaparate y una notable fuente de
contactos comerciales.
(massimo barzizza / puntodincontro.mx)
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