11
de septiembre de 2018
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La
versión restaurada del documental El Grito,
realizado por el Movimiento Estudiantil mexicano
en 1968 y escrito por Oriana Fallaci
(1929-2006), será proyectada el 29 de septiembre
en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco,
como parte del ciclo Arcadia, Muestra
Internacional de Cine Rescatado y Restaurado,
evento con el que la Filmoteca de la UNAM se une
a las actividades para el 50 aniversario de esta
movilización social en el país latinoamericano.
Clasificado por la crítica especializada en el
lugar 44 de las 100 mejores creaciones del cine
mexicano, el largometraje —realizado bajo la
dirección de Leobardo López Arretche
(1942-1970)— es un testimonio del acontecimiento
y de sus protagonistas, de gran valor para la
historia de México y del mundo, producido en el
año en que se gestaron movimientos similares en
varios países.
Oriana Fallaci —escritora, periodista y
activista— fue la primera mujer italiana
corresponsal de guerra. El 2 de octubre de 1968
—tras haber abandonado provisionalmente el
frente para cubrir las muertes de Martin Luther
King, Robert Kennedy y las revueltas
estudiantiles de ese año por parte de
“L’Europeo”—, resultó herida por una ráfaga de
metralleta, precisamente en la Plaza de las Tres
Culturas de la capital mexicana, durante la
manifestación de protesta que pasó a la historia
y se volvió símbolo del Movimiento Estudiantil
del país.
Ángel
Martínez, jefe del Departamento de Catalogación
de la Filmoteca de la UNAM, explicó que la
Muestra Arcadia es una nueva iniciativa de la
institución, que busca convertirse en foro de
encuentro, estudio e investigación con base en
materiales fílmicos rescatados y restaurados no
sólo en México, sino también en el resto del
mundo.
Una
de las actividades estelares del evento será
precisamente la proyección al aire libre de
El grito, en programa para el sábado 29 de
septiembre a las 20 horas.
***
Es increíble cómo el dolor del alma no es
percibido. Si alguien es herido por una bala o
una astilla, gritan inmediatamente: «rápido,
camilleros, traigan plasma», si alguien se rompe
una pierna, se la enyesan, si alguien tiene la
garganta inflamada, le dan medicinas. Si tu
corazón está roto y estás tan desesperado que no
puedes ni abrir la boca, sin embargo, ni
siquiera lo notan. Pero el dolor del alma es una
enfermedad mucho más grave que la pierna rota y
la garganta inflamada, sus heridas son mucho más
profundas y más peligrosas que las causadas por
una bala o una astilla. Son heridas que no sanan
y que, con cualquier pretexto, vuelven a
sangrar.
Oriana Fallaci.
(massimo barzizza / puntodincontro.mx)
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