12 de noviembre de 2017
- Un crecimiento del 7% y 96 mil millones de
euros gastados. Estas son las cifras de los
juegos de azar en Italia en 2016. En comparación
con 2008, el volumen de negocios se ha
duplicado.
Hay quienes lo hacen por diversión y quienes lo
necesitan. En el país de la bota ya casi todo
mundo juega. Es juego de azar legal, se
entiende, promovido por el estado, que gana
dinero con él. Y algunos se encierran durante
días completos en bares y tabaquerías para
buscar suerte.
Y también hay personas mayores que se juegan
toda la pensión y otros que se endeudan.
Según algunas estimaciones, el 54.4% de los
italianos, casi 30 millones, juegan al menos una
vez al año. ¿Cómo? Según Agipro —una agencia de
prensa especializada en juegos y apuestas— las
máquinas tragamonedas son las que más atraen,
aunque ha crecido vertiginosamente la actividad
en línea. En comparación con 2015,
SuperEnalotto —una lotería jugada en Italia—
registró un crecimiento del 52%, mientras las
transacciones de póker en línea aumentaron en
20%.
¿Y los jóvenes? Los datos recopilados en el
reporte Young Millenials Monitor de la
agencia de estudios económicos Nomisma informan
acerca de 1,240,000 estudiantes que prueban la
emoción del juego. Es el género masculino (59%)
el que se dedica a esta actividad más con
respecto al femenino (38%). En el Centro (54%) y
en el Sur (53%), se tiende a jugar más con
respecto al Norte (42%).
¿Cuáles son las razones? Los resultados reportan
en primer lugar la curiosidad (21%), seguida por
la casualidad (20%), la diversión (18%) y la
necesidad económica (11%). ¿Y el gasto per
cápita? 72% destina como promedio semanal menos
de tres euros a esta actividad. ¿Será cierto?
Hay quienes afirman ser víctimas de ludopatía y
experimentar problemas como ansiedad y
agitación. El 5% declara tener una relación
problemática con el juego.
Hay quienes en el Parlamento han propuesto
durante años la prohibición absoluta de la
publicidad y la reducción o abolición de las
máquinas de juego en bares y expendios de
tabacos, pero se han enfrentado con la renuencia
de los operadores.
La respuesta, tal vez, surge espontánea.
(francesco patti / puntodincontro.mx /
adaptación y traducción al español de massimo barzizza)
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