11
de septiembre de 2015
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La Asociación Cultural Palatifini (paladares
finos) ha desarrollado un expediente para
presentar ante la UNESCO la candidatura del
pesto elaborado en mortero como patrimonio
de la humanidad. El molcajete mexicano es
uno de los ejemplos que serán proporcionados
en apoyo a la tesis según la cual el
mortero, a través de los siglos y los
continentes, es una herramienta que no
conoce fronteras y que aparece en culturas
distantes, pero con rasgos y funciones
similares. «En México, el molcajete, hecho
de piedra volcánica, se ha generalizado en
todas las cocinas del país para preparar
salsas, la más famosa de las cuales es el
guacamole», dice Sara Di Paolo,
vicepresidente de la asociación nacida en
los años 90 y organizadora, desde el 2007,
del campeonato mundial del pesto.
En el escenario prestigioso de Expo Milán
2015, hoy a las 14.30, en el Pabellón de
Italia, dos profesores universitarios
explicarán la evolución, que coincide
aproximadamente con la historia humana, del
uso y difusión del mortero. Un antropólogo,
Antonio Guerci, y una socióloga, Antida
Gazzola, ilustrarán este registro histórico
de la cultura material, así como su impacto
en las diferentes comunidades. Maja y
mortero han sido utilizados no sólo para
desmenuzar alimentos, sino también semillas
y hierbas para fines curativos.
«Antes de finales de octubre presentaremos
la candidatura del pesto en mortero ante la
oficina de la UNESCO en Roma», agregó Di
Paolo, «fue largo el trabajo de acumulación
de datos y testimonios, escritos y grabados
en video, para completar la documentación
necesaria, que resultó ser muy compleja. De
hecho, la elaboración de la albahaca en el
mortero se candidará también como “mejor
práctica”, precisamente porque los gestos y
las herramientas que se utilizan en su
preparación mantienen viva una antigua
tradición, gracias también al Campeonato
Mundial del Pesto, que está en contacto con
muchos países en el mundo».
El molcajete mexicano es de piedra forjada
en forma cóncava, tradicionalmente a partir
de un solo bloque de basalto, y está
provisto de tres patas. En Liguria, en
cambio, el mortero es de mármol y la maja de
madera de acacia, boj o peral.
(massimo barzizza /
puntodincontro.mx)
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