18 de agosto de 2014 -
La soprano mexicana María Katzarava prepara
el regreso a su tierra natal con una serie de
conciertos, luego del más reciente éxito
obtenido como Liù en la
ópera Turandot, en el Teatro Lírico de
Cagliari, Italia.
Las primeras de estas presentaciones serán el 29, 30 y 31 de agosto en
la Sala Nezahualcóyotl de la Ciudad de
México, con la Orquesta Sinfónica de Minería, donde
participará en la Novena Sinfonía de
Beethoven junto a la contralto Ana Häsler,
al tenor Michael Hendrick y al bajo Diogenes
Randes, bajo la dirección de Carlos Miguel
Prieto.
Katzarava saltó a la fama en junio de 2011,
a los 27 años de edad, cuando inscribió su
nombre como el sexto talento operístico
mexicano en pisar el escenario de la Scala
de Milán en los últimos 65 años. La crítica,
en esa ocasión, fue unánime al celebrar su
poético timbre de voz, su refinamiento
interpretativo y su brillantez durante la
representación de Romeo y Julieta de Charles
Gounod.
La historia de su fructífera carrera empezó
desde que era una niña, bajo la enseñanza de
sus padres, reconocidos músicos de la
Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México,
pero la biografía oficial dicta que la punta
de lanza fue el primer lugar en ópera y
zarzuela del concurso internacional Operalia
2008, con la que se convirtió en la primera
mexicana en obtener la distinguida presea.
La presencia de María en su tierra natal
prevé, además, presentaciones en el Palacio
de Bellas Artes, donde el 12 y 16 de octubre
interpretará extractos de las óperas Eugenio Onegin de Tchaikovsky, Fausto de Gounod y
Siegfried de Wagner, con un programa aún por
definirse y la participación del tenor
Francisco Araiza.
La mexicana prepara también su primer disco
como solista, el estreno de “Los cuentos de
Hoffman” en algunos teatros de Italia y su
presentación —por primera vez— en el Teatro
de la Ópera de Roma con Rigoletto, de
Verdi, y en el
Teatro de Génova en el papel de Micaela para
la ópera Carmen, de Bizet.
(massimo barzizza
/ puntodincontro.mx)
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