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23 de agosto de 2014 - Jorge Gutiérrez Chávez es corresponsal en Italia del periódico mexicano “El Universal” y periodista para el programa de Jacobo Zabludovsky en la estación Radio Red. Fue entrevistado para “Il Sole 24 Ore” (en “Spunti di vista”, de Radio 24) por Irene Zerbini el 6 de agosto de 2014.

IZ: ¿Cuántos años tienes con nosotros?

JGC: Como periodista, desde los años 90, o sea casi 25 años.

IZ: Así que has vivido fases muy importantes de nuestra historia reciente; últimamente, ¿qué has contado en México de Italia?

JGC: He contado muchas cosas, pero creo que algo importante para tu auditorio es que escribo mucho acerca de la inmigración latinoamericana en Italia y, sobre todo, “sudamericana” porque aquí, para ustedes, nosotros somos sudamericanos, cuando en realidad pertenecemos a América del Norte, pero en fin...

IZ: Sí, técnicamente es cierto. Es interesante: desde el punto de vista geográfico para todo el mundo México es parte de América del Norte...

JGC: Sí, pero aquí somos “sudamericanos”, nunca he entendido por qué, tal vez porque en Italia y en Europa, América no es un continente —perdimos también eso—, sino un país: los Estados Unidos, y a todo lo que está abajo se le llama “América del Sur”.

IZ: Y ustedes, cuando hablan de América, ¿a qué se refieren?

JGC: Al continente americano. No sólo los habitantes de los Estados Unidos son americanos. Nunca he visto llegar un estadounidense a México y decir «Yo vengo de América». ¿Cómo podría decir eso, si también en México estamos en América? Pero aquí, en Italia, el poder económico y todo lo que ha sucedido durante y después de la segunda guerra mundial, han provocado que los Estados Unidos hayan adquirido una imagen desproporcionada... pero esa es otra historia.

IZ: No, es una observación importante porque, cuando se habla de América, incluso los periódicos en inglés se refieren a todo el continente, de lo contrario se habla de “US” o “United States”, en cambio, para nosotros, “americanos” son sólo los estadounidenses. Dijiste que has hablado de la inmigración latinoamericana a nuestro país. Supongo que no te refieres a los mexicanos, porque creo que ustedes son una de las comunidades numéricamente menos importantes, son realmente muy pocos en Italia.

JGC: Sí, el número es casi ridículo. De acuerdo con los registros oficiales somos 5,000, la mitad de los cuales son monjas y sacerdotes. Tal vez les caemos bien porque son muy pocos... Pero, por ejemplo, los ecuatorianos y los peruanos son, en conjunto, alrededor de medio millón y los bolivianos —que vienen de un país pequeño y poco poblado— sólo en Bérgamo (ciudad a unos 40 km al noreste de Milán, N. del T.) son alrededor de 30 mil. También los brasileños y los argentinos son muchos y, siendo descendientes de italianos, pueden conseguir casi automáticamente la nacionalidad.

IZ: Claro, nos contaba una de tus colegas de la prensa argentina que la población de origen italiano es el 44% del total, lo cual explica el fenómeno que estás describiendo. ¿Pero en los Estados Unidos, cuántos mexicanos hay?

JGC: No tengo la cifra exacta (la ONU estimó alrededor de 13 millones de nacidos en México en 2013, N. del T.), pero uno de los chistes más famosos recientemente en los Estados Unidos es que «estamos reconquistando el territorio que habíamos perdido» a través de la presencia de nuestros compatriotas al norte de la frontera. Los estados de California, Texas, Arizona y Nuevo México eran parte de México y después de una guerra (a mediados del siglo XIX, N. del T.) fueron cedidos, pero hay que destacar una cosa muy importante: la segunda lengua más hablada en los Estados Unidos hoy en día es el español.

IZ: ¿Qué has dicho acerca de cómo Italia recibe a los inmigrantes?

JGC: El fenómeno ha creado dos problemas: hay jóvenes que llegan a la edad de 10-15 años y deben aprender el idioma, se sienten marginados, no entienden la nueva realidad que les rodea y, por desgracia, en algunos casos terminan creando bandas que recientemente, sobre todo en Génova y Milán, son responsables de hechos no muy agradables. Es un problema de integración. El otro factor, aún más dramático, es el que tiene que ver con quienes ya han nacido en Italia, han aprendido el italiano como lengua materna, van a la escuela y se educan en el contexto de la cultura local, pero no tienen derecho a la ciudadanía. Estas personas no son oficialmente italianas y nunca se consideran como tales, una situación que crea una fuerte falta de identidad.

¿Qué otros aspectos de Italia has descrito últimamente?

He hablado un poco de la crisis política. La crisis de la política que se está manifestando no sólo en Italia, sino en casi todo el mundo. Esta actividad se ha convertido más que nada en un espectáculo, una especie de show: yo, sinceramente, no veo grandes pensadores, grandes estadistas ni políticos... en ningún lado, no sólo aquí.

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(radio24.ilsole24ore.com / puntodincontro.mx / adaptación y traducción al español de massimo barzizza)