31 luglio 2012 - Al mondo occidentale piacciono i capelli corti. Il taglio perfetto della donna in carriera, o che ambisca a una posizione e a un avanzamento professionale, non può toccare le spalle, tantomeno arrivare oltre, ad accarezzare il centro della schiena. Banditi anche i colori naturali e l'orgoglio dei fili grigi e bianchi tra i castani e i biondi. L'anatema, o meglio il consiglio, arriva da un noto sito di news del mondo legale americano, The Careerist, ma riprende un dibattito ormai diffuso sulla lunghezza del capello di una donna, soprattutto se oltre i 40 o i 50.

L'ARTICOLO - «Too old for that Joni Mitchell look?» titola The Careerist. E spiega come avere un capello oltre la spalla, come usava e usa portarli la cantante americana simbolo dei Settanta, sia motivo di freno alla carriera, assolutamente da bandire se si sono superati i 40 anni.

La condanna riguarda le donne d'affari, le libere professioniste, chi ambisce a occupare posizioni di rilievo. Per loro ordine e cura del capello, tenuto corto al massimo appena sotto l'orecchio, optando per tinte poco appariscenti, è l'accoppiamento perfetto a linee del viso mature e non ritoccate. Mentre il capello lungo, magari liscio e scalato, o ancora tinto di biondo, o anche assolutamente naturale e dunque grigio, va bandito per non infastidire colleghi e referenti, così come andrebbe evitato – anche tra le più giovani – il vezzo di toccare la chioma, accarezzandola ripetutamente davanti agli altri mentre si lavora.

L'ESEMPIO CLINTON - Il pezzo è stato ripreso anche dall'Huffington Post. Il tema è molto discusso negli Usa: lungo o corto superati i 40? Il look di Hillary Clinton, ad esempio, è citato dai magazine di opinione femminili dai sostenitori del lungo. La ex first lady, oggi segretario di Stato, ha infatti da qualche tempolasciato crescere i capelli, ed è apparsa talvolta senza trucco, in altre occasioni con un cerchietto a tirare indietro il ciuffo, facendo piovere sulle sue lunghe chiome molte critiche e altrettanti incoraggiamenti.

IN ITALIA – Nonostante il dibattito continui a ripetere, a ragione, come non sia il taglio di capelli a fare personalità, preparazione, competenza, esperienza e a decretare dunque l'idoneità a un posto di lavoro di responsabilità, il pregiudizio sociale è comunque sempre dietro l'angolo.

Nel nostro Paese, ad esempio, le donne dalla chioma fluente e di successo sono molti: basti pensare alla ex presidente di Confindustria Emma Marcegaglia, o alle imprenditrici della moda Miuccia Prada e Donatella Versace, che portano con grazia i loro capelli sulla schiena, mentre amministrano le loro aziende. Senza scordare chi dei suoi capelli, anche sopra ai 50, ha fatto il simbolo della sua carriera, come Ornella Muti e molte delle attrici più brave e artisticamente longeve della nostra storia..

 

(eva perasso / corriere.it / puntodincontro)

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31 de julio de 2012 - En el mundo occidental prefieren el cabello corto. El corte perfecto para la mujer profesionista, o que aspira a una mejor posición en su trabajo, no puede tocar los hombros y mucho menos superarlos acariciando el centro de la espalda. Prohibidos también los colores naturales y el orgullo de las canas entre el cabello castaño o rubio. La maldición, o más bien el consejo, viene de un conocido sitio de noticias del mundo legal estadounidense, The Careerist, reanudando un debate preexistente acerca de la longitud del cabello de una mujer, sobre todo si es mayor de 40 o 50 años.

"¿Demasiado vieja para ese "look" estilo Joni Mitchell?" es el título del artículo de The Careerist. En él se explica el por qué llevar el cabello largo —como solía usarlo (y lo sigue haciendo) la cantante estadounidense símbolo de los Setenta— es una razón para frenar la carrera profesional, que debe ser absolutamente prohibido si se han superado los 40 años.

La condena es para las mujeres de negocios y mujeres profesionales que aspiran a ocupar puestos de responsabilidad. Para ellas el cabello debe ser ordenado y cuidado y debe llegar a lo mucho justo por debajo de la oreja, optando por colores discretos y acoplándose perfectamente a rasgos faciales maduros y no retocados. El pelo largo, teñido de rubio o incluso completamente natural y por lo tanto gris, es desaconsejado para no provocar desagrado entre colegas y contactos, y también debe evitarse —incluso entre las más jóvenes— el hábito de tocarse el cabello, acariciándolo repetidamente delante de los demás, mientras se trabaja.

El tema también ha sido explorado por el Huffington Post. Se trata de un debate recurrente en los Estados Unidos: ¿corto o largo después de los 40? El "look" de Hillary Clinton, por ejemplo, ha sido citado por revistas de opinión femenina y por los partidarios del cabello largo. La ex primera dama, ahora secretario de Estado, desde hace algún tiempo se ha dejado crecer el cabello y ha aparecido ocasionalmente sin maquillaje utilizando una diadema para contener el copete y provocando una lluvia de críticas y expresiones de apoyo.

Aunque en el debate se sigue repitiendo, con toda razón, que no es el corte de pelo el que determina la personalidad, la formación, la competencia, la experiencia y, por lo tanto, la posibilidad de ocupar una determinada responsabilidad en el trabajo, los prejuicios sociales están siempre a la vuelta de la esquina.

En nuestro país, por ejemplo, las mujeres con una larga cabellera y el éxito son muchas: baste pensar en la ex presidente de CONFINDUSTRIA Emma Marcegaglia, o en las diseñadoras de moda Miuccia Prada y Donatella Versace, que llevan elegantemente su cabello en la espalda, mientras administran sus negocios. Y no hay que olvidar, además, quienes hicieron de su cabellera un símbolo público de su éxito profesional, incluso después de los 50 años, como Ornella Muti y muchas de las actrices más talentosas de nuestra historia artística.

 

(eva perasso / corriere.it / puntodincontro)