22 gennaio 2012 - Favole di ogni giorno, ma ce ne sono davvero?

Ad ascoltare Giampiero Pierotti si direbbe di sì. Muratore, autodidatta e pensionato, ha scritto e pubblicato la raccolta Favole di ogni giorno, dove, alla maniera di Esopo, gli animali vivono problemi umani e ne denunciano limiti e contraddizioni, usando un linguaggio diretto che facilita la lettura e provoca interrogativi ineludibili. Falchi e topi i suoi personaggi, resi più immediati dalle illustrazioni del vignettista Alberto Fremura.

In pochi anni il volume di fiabe, e Pierotti, sono diventati popolari nelle scuole non solo toscane, tanto che la Regione ha curato la traduzione in braille di Favole di ogni giorno. Adesso c’è un nuovo libro, sempre favole, e Pierotti continua a fare incontri mentre si prepara a entrare nel mercato internazionale.

«L’idea—racconta—è nata dopo un evento negativo accaduto nell’85. Facevo il muratore e cominciai ascrivere poesie satiriche poi le feci leggere a un amico che mi consigliò di portare i miei personaggi in narrativa e io scrissi Scarpe, Il falco e Il viaggio».

E cosa successe?

«Pensai di farli ascoltare alle persone comuni, quindi li registrai e inviai i nastri a50 radio. Mi risposero in 36, manifestando il loro consenso».

All’epoca lavorava ancora a tempo pieno, giusto?

«Sì, era il 1995, facevo il muratore e scrissi otto favole. Il consenso delle radio fu determinante perché in casa mia erano scettici, mi consigliarono anche di andare dal dottore...»

Però non lo fece...

«No, continuai a scrivere. Poi ho incontrato Fremura. Mi chiese quali immagini avrei preferito e scelsi il pensionato per Scarpe, il tribunale per Il falco e così via».

Come è arrivato alla decisione di pubblicare?

«Sono un muratore, un editore non mi avrebbe nemmeno guardato. Una volta stampato, ho proposto la mia storia e il mio libro agli uffici scolastici regionali e le scuole hanno cominciato a invitarmi, prima in Toscana e poi nelle altre regioni. I ragazzi leggevano le fiabe e mi invitavano a discuterne».

Cosa le chiedono di solito?

«Prima di tutto quanto ci ho guadagnato...»

Qual è la fiaba che colpisce di più?

«Scarpe, perché rappresenta i vari strati sociali».

Cosa dice agli studenti?

«Che non bisogna mai abbattersi e bussare a tutte le porte. La tenacia mi ha premiato: sono semplice ma ho volontà e non ho mai pensato di lasciar perdere perché non era una cosa facile. Se si crede ai lustrini la vita sembra facile, però la realtà è un’altra cosa. Ho fatto il muratore, ma questo libro l’ho voluto con tutto me stesso»

Cosa rappresenta?

«Una rivincita. Prima di tutto verso i miei familiari, che non ci credevano».

Quando scrive, chi ha in mente?

«Sono favole da adulti, mi hanno detto, anche se io penso ai ragazzi. Nel mio piccolissimo, vorrei insegnare loro a difendersi dal gatto e la volpe».

 

(francesca cavini / la nazione / puntodincontro)

 

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22 de enero de 2012 - Fábulas de todos los días, pero ... ¿Realmente existen?

Según Giampiero Pierotti, sí. Albañil, autodidacta y jubilado, Pierotti escribió y publicó la colección Fábulas de todos los días, donde, al estilo de Esopo, los animales viven los problemas humanos y denuncian sus límites y contradicciones, utilizando un lenguaje sencillo que facilita la lectura y provoca preguntas inevitables. Los ratones y los halcones son sus personajes, con un aspecto claramente comunicado por las ilustraciones del caricaturista Alberto Fremura.

En pocos años, el volumen de cuentos, y Pierotti, se han hecho populares en las escuelas, y no sólo de Toscana (la administración de la Región patrocinó la traducción al Braille del libro). Un nuevo libro, también de cuentos, salió en 2010 y Pierotti sigue de gira, mientras se prepara para el mercado internacional.

"La idea surgió después de un acontecimiento negativo que sucedió en el '85. Yo era albañil y empecé a escribir poemas satíricos. Luego se los di a leer a un amigo que me aconsejó llevar mis personajes a los cuentos y así escribí "Zapatos", "El halcón" y "El viaje".

¿Y qué pasó?

«Pensé que los tenía que escuchar la gente común, así que los grabé y envié las cintas a 50 estaciones de radio. Me respondieron 36, comunicándome su consentimiento».

En aquella epoca todavía trabajaba a tiempo completo, ¿verdad?

«Sí, era 1995, yo era albañil y escribi ocho historias. El consenso de la radio fue fundamental porque en mi casa se ​​mostraraban escépticos, incluso me habían aconsejado ir al médico ...».

Pero no lo hizo ...

«No, continué escribiendo. Luego encontré Fremura. Me preguntó qué imágenes prefería y escogí el jubilado para "Zapatos" el tribunal para "El halcón" y así sucesivamente».

¿Y cómo llegó a la decisión de publicar?

«Soy albañil, un editor no me habría ni siquiera tomado en consideración. Una vez impreso, propuse mis historias y mi libro a las oficinas regionales de educación y las escuelas comenzaron a invitarme, primero en Toscana y después en las otras Regiones. Los niños leían los cuentos y me invitaban a platicar acerca de ellos».

¿Qué le preguntan por lo general?

«Siempre quieren saber cuánto dinero he ganado con la publicación ...».

¿Cuál es el cuento con el que más se identifica?

«"Zapatos", ya que representa a los distintos niveles sociales».

¿Qué le dice a los alumnos?

«Que nunca hay que darse por vencidos y que hay que tocar todas las puertas. La perseverancia me ha recompensado: soy una persona sencilla, pero tengo fuerza de voluntad y nunca pensé en abandonar mi iniciativa porque no se trataba de algo fácil de lograr. Si se cree en las ilusiones, la vida parece fácil, pero la realidad es otra. Fui albañil, pero este libro lo he querido con todo mi ser».

¿Qué representa?

«Una revancha. En primer lugar para mi familia, que no lo creía posible».

Cuando escribe, ¿En quién piensa?

«Son cuentos para adultos, me dijeron, aunque yo pienso en los chicos. En el fondo, me gustaría enseñarles a defenderse del gato y del zorro".

 

(francesca cavini / la nazione / puntodincontro)