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16 de junio de 2013 - A 55 años de la muerte de José Pablo Moncayo, considerado uno de los más importantes representantes del nacionalismo musical mexicano del siglo XX, directores de orquesta, músicos y melómanos no olvidan su “Huapango”, obra que ha traspasado las fronteras del tiempo-espacio, convirtiéndose en el segundo himno nacional mexicano.

La Orquesta Sinfónica Nacional de México,
bajo la dirección del Maestro Carlos Miguel Prieto,
interpreta el Huapango de Moncayo durante la ceremonia de reapertura
de la sala principal del Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México
el 20 de noviembre de 2010.

De acuerdo con el director de orquesta Armando Torres Chibrás, el “Huapango” es la obra más emblemática del nacionalismo mexicano, se ha convertido en el “best seller” de la música clásica mexicana, y continúa siendo interpretada en todo el mundo.

Por otro lado, el pianista Rodrigo Sierra Moncayo destacó que la música de Moncayo, a pesar de estar permeada por características de su tiempo, es atemporal y universal, cita en un comunicado del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

José Pablo Moncayo García, hijo de Francisco Moncayo Casillas y Juana García López, nació el 29 junio de 1912 en Guadalajara, Jalisco.

En 1927, él y su familia se mudaron a la ciudad de México, donde comenzó su formación musical con el profesor de piano Eduardo Hernández Moncada, de acuerdo con su biografía publicada en el sitio web de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM).

Tiempo después ingresó al Conservatorio Nacional de Música, donde se instruyó en composición con los maestros Candelario Huízar y Carlos Chávez; ahí conoció a Daniel Ayala, Blas Galindo y Salvador Contreras, con quienes formó el Grupo de los Cuatro para crear música de cámara.

Al tiempo en el que se desarrolló como compositor de sentimiento nacionalista, ingresó, en 1931, a la Orquesta Sinfónica de México como percusionista, en la que logró destacar. De ahí formó un conjunto de música clásica que también fue bien recibido por el público.

En 1949 se convirtió en el director de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio, hoy en día llamada Orquesta Sinfónica Nacional. Y en 1955 contrajo matrimonio con Clara Elena Rodríguez, con quien procreó dos hijas: Claudia y Elena.

La obra “Huapango”, compuesta por tres sones veracruzanos [1] —“Siqui Sirí”, “Balají” y “El gavilancito”— tuvo su debut el 15 de agosto de 1941 en el Palacio de Bellas Artes, con la Orquesta Sinfónica de México, bajo la batuta de Carlos Chávez.

Entre otras de las creaciones del genio de la música destacan: “Sinfonietta”, “La mulata de Córdoba”, “Muros verdes”; “Amatzinac”, “Cumbres”, “Bosques”, “La danza de los maíces” y “Pequeño nocturno”, además del ballet “Tierra de temporal”.

A decir del violonchelista Carlos Prieto, es una lástima la muerte prematura de José Pablo Moncayo, registrada el 6 de junio de 1958 en la ciudad de México, ya que el eterno enamorado de las texturas, los olores de la naturaleza y el campo talentoso hubiera podido legar más composiciones.

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[1] El Son jarocho, o son veracruzano, es la expresión musical propia de la cultura jarocha (que incluye parte de los estados de Oaxaca, Tabasco y Veracruz). Se practica esencialmente en la fiesta tradicional de los jarochos llamada fandango jarocho, donde se combina con la danza y la poesía. La música de esta expresión artística tiene un ritmo armónico, generalmente sesquiáltero, con síncopas y contratiempos, la lírica tiene coplas cambiantes llamadas "versos" y la danza se basa en el zapateado con algún carácter similar en algunas otras regiones de México.

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(notimex / puntodincontro.mx / adaptación y traducción al italiano de massimo barzizza)