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LAVAGGIO DEL CERVELLO - I conservatori più oltranzisti hanno appunto in Fox News il loro megafono: Eric Bolling, popolare presentatore, ha attaccato il film, colpevole di rappresentare il nemico di turno come un malvagio barone dell'industria petrolifera. Subito gli è venuto dietro uno dei suoi ospiti, altro campione della destra, Dan Gainor del Media Research Center: «È incredibile come la sinistra americana cerchi di manipolare i nostri bambini, di convincerli che l'industria è male. Lo hanno fatto per decenni. Hollywood, la sinistra e i media, tutti odiano l'industria petrolifera». UNA LUNGA LISTA - La lista è lunga, secondo i due: «Guarda quanti film la attaccano, "Cars 2", sempre rivolto ai bambini, "Syriana" di George Clooney, ecc. ecc. tutti contro i magnati del petrolio. Dimenticandosi cosa significhi per la maggior parte delle persone: carburante per illuminare gli ospedali, riscaldare le case, far muovere le ambulanze. Ma queste storie non le raccontano». NON È FACILE ESSER VERDI, MA... - Peccato, fanno notare altri media, dove la storia è subito rimbalzata, dal Washington Post all'Huffington, che nel film non ci sia alcun riferimento diretto ai ricavi dal petrolio, nè al settore in generale: il barone vuole semplicemente distruggere il teatro dei Muppet. E Kermit e gli altri lo vogliono semplicemente salvare. Già povero Kermit, scherza il Post: quando cantava «non è facile esser verde», non pensava certo di diventare rosso.
(matteo cruccu / corriere.it / puntodincontro) 5 de diciembre de 2011. - ¿La rana Kermit? Un peligroso bolchevique. ¿Piggy? Una nueva versión de Rosa Luxemburg. Por no hablar de Animal, con esa barba roja no puede ser más que un temible subversivo. Quien argumenta que los queridos y viejos muñecos de los Muppet son comunistas es la influyente emisora estadounidense Fox News, del grupo NewsCorp de Rupert Murdoch. En los Estados Unidos acaba de salir la última versión cinematográfica producida por Disney, con todos los protagonistas de la histórica serie. Está rompiendo récords de taquilla, pero también ha atraído la ira de la derecha conservadora estadounidense. Los conservadores más extremistas, de hecho, tienen en Fox News su megáfono: Eric Bolling, un popular conductor, quien ha atacado la película, considerándola culpable de representar al enemigo como un malvado magnate de la industria petrolera. Inmediatamente uno de sus invitados lo apoyó: otro campeón de la derecha, Dan Gainor del Centro de Investigación de Medios (Media Research Center): "Es increíble cómo la izquierda estadounidense trata de manipular a nuestros hijos, para convencerlos de que la industria es un mal. Lo han hecho durante décadas. Hollywood, la izquierda y los medios de comunicación: todos odian a la industria petrolera". La lista es larga, de acuerdo con los dos: "Mira cuántas películas atacan a esta industria: Cars 2, también para niños y jóvenes,"Syriana", de George Clooney, etc. todos contra los magnates del petróleo. Olvidando lo que significa, para la mayoría de la gente, el combustible para iluminar los hospitales, calentar los hogares, permitir el movimiento de las ambulancias. Pero estas historias no las cuentan". Es una pena, —señalan otros medios de comunicación donde la historia rebotó de inmediato, desde el Washington Post a Huffington— que en la película no haya ninguna referencia directa a los ingresos procedentes del petróleo, ni al sector en general: el barón quiere simplemente destruir el Teatro de los Muppets . Y Kermit y los demás simplemente desean salvarlo. Pobre Kermit, bromea el Post, cuando cantaba "No es fácil ser verde", ciertamente no pensaba convertirse en rojo.
(matteo cruccu / corriere.it / puntodincontro)
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